Cuando la moral dejó de ser un obstáculo y una represión para el Marqués de Sade, viéndose posibilitado a hacer lo que anhelara, la sociedad de su época vio en él a un maniaco psicópata que debía ser encerrada y extirpado de la humanidad.
¿Pero qué fue realmente lo que causó tanto escándalo en un principio?
Apenas cinco meses después de su matrimonio con Renèe-Pélagie Cordier de Launay de Montreuil, 5 de octubre de 1763, Donatien Sade viaja a Fontainebleau para rendir homenaje al Rey y solicitar el cargo de gobernador de Bresse, Bugey, Valromey y Gex. Posteriormente deberá viajar a Dijon para presentarse ante su parlamento y tomar posesión del cargo, pero el 29 de octubre es detenido y conducido a la fortaleza de Vincennes por orden del Rey. El arresto está relacionado con una o varias jornadas de desenfreno y un misterioso manuscrito. Su padre informa a su hermano el abad:
"Casita alquilada, muebles tomados a crédito, orgía extrema, que iba a realizarse fríamente, en total soledad, impiedad horrible sobre la cual las muchachas se han creído obligadas a declarar"
Posteriormente, un 3 de abril de 1768, se produce el Escándalo de Arcueil. Rose Keller, que declara estar mendigando en la plaza las Victorias de París (en aquel tiempo lugar frecuentado por prostitutas para vender sus servicios) lo acusa de, con el pretexto de proporcionarle un trabajo, llevarla a la casa de Arcueil y una vez allí obligarla a desvestirse, martirizarla sajándole reiteradamente en la espalda con algún objeto cortante y de otros muchos abusos.
Sade afirma que Keller era una prostituta que contrató, y que tan solo la azotó en las nalgas con una cuerda anudada. La declaración de Sade coincide con los hechos probados. Sade pasa varios meses en prisión por orden real.
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